El zinc es un oligoelemento esencial para las vacas lecheras, que desempeña un papel vital en numerosos procesos metabólicos. La suplementación es una práctica habitual para satisfacer las necesidades del animal. Tradicionalmente, las comparaciones entre las fuentes de zinc se han centrado en su biodisponibilidad o digestibilidad relativas. Sin embargo, este enfoque no abarca completamente la complejidad del metabolismo del zinc en los rumiantes.
La homeostasis de los oligoelementos está estrechamente regulada por el animal. Los oligoelementos con carga positiva, como el zinc, una vez absorbidos, siguen las mismas rutas metabólicas independientemente de su origen. Por lo tanto, las principales diferencias entre los suplementos de zinc se determinan antes de su absorción, especialmente en el rumen, donde las condiciones ambientales influyen considerablemente en la solubilidad de los minerales y la actividad microbiana.
Lo que nos dice la literatura
Medir la digestibilidad de los oligoelementos plantea desafíos. Los métodos estándar de recolección de heces, que funcionan bien para los macronutrientes, tienden a subestimar la absorción real de micronutrientes como el zinc. Esto se debe a las pérdidas endógenas de las células intestinales desprendidas y a las secreciones del páncreas, la bilis y el intestino, lo que a veces produce valores negativos de absorción aparente.
Una revisión exhaustiva muestra que la absorción aparente de zinc en rumiantes suele ser inferior al 20 %. Dada la amplia variabilidad en los diseños experimentales y el estado de los animales, las comparaciones directas entre estudios no son fiables. No se ha demostrado una diferencia significativa entre los compuestos de zinc inorgánicos y quelados en términos de absorción aparente.
sobre la digestibilidad son mínimos y es poco probable que las diferencias en el rendimiento se expliquen únicamente por la absorción.
Evaluación de la biodisponibilidad del zinc
La concentración hepática de zinc se utiliza comúnmente como biomarcador de biodisponibilidad en rumiantes, ya que refleja el estado de zinc a largo plazo. Sin embargo, la comparación más precisa de los valores de biodisponibilidad relativa (RBV) se basa idealmente en mediciones de zinc óseo, en particular el Zn o la ceniza tibial en animales monogástricos. Estos son indicadores más estables, pero rara vez se utilizan en rumiantes debido a su alto coste y a limitaciones éticas. En consecuencia, la mayoría de los estudios en rumiantes se basan en las concentraciones hepáticas de Zn.
Una revisión exhaustiva de la literatura, que abarca datos de Journal of Trace Elements in Medicine and Biology (1996), Journal of Animal Science (1997, 2000, 2001, 2021), Livestock Production Science (2004), Animal Feed Science and Technology (1997), Agriculture (2021) y Revista Brasileira de Zootecnia (2012), confirmó que las concentraciones de zinc en el hígado generalmente promedian alrededor de 100 mg/kg de materia seca cuando los niveles de suplementación se encuentran dentro de los rangos fisiológicos (suplementación normal entre 15 y 30 ppm de Zn). Solo con ingestas excesivamente altas de zinc (hasta 1400 mg/kg) se observaron concentraciones elevadas de zinc en el hígado.
aporte dietético de zinc y la concentración hepática de zinc. De nuevo, se evidencia que la regulación homeostática del animal regula estrechamente la absorción de Zn y su acumulación tisular, minimizando así las diferencias entre las fuentes de zinc.
Por lo tanto, la elección del compuesto de zinc no debe basarse únicamente en datos de biodisponibilidad. Además, a diferencia de la investigación con cobre, donde las condiciones antagónicas pueden manipularse para resaltar las diferencias en la biodisponibilidad, demostrar diferencias significativas en la biodisponibilidad del zinc en rumiantes sigue siendo un desafío.
Sin embargo, al evaluar los compuestos de zinc de la nutrición lechera, el enfoque claramente debe extenderse más allá de los estudios de biodisponibilidad clásicos, considerando parámetros prácticos, como la estabilidad del rumen, la solubilidad, las interacciones con antagonistas y los resultados funcionales como la inmunidad, la reproducción y la integridad de las pezuñas.
El rumen: la primera barrera biológica
En los rumiantes, el rumen es el primer compartimento donde interactúan el alimento y los minerales. Esto convierte a la estabilidad ruminal en un factor crucial, aunque a menudo pasado por alto, al evaluar las fuentes de minerales traza. Las diferencias en el rendimiento animal o la composición de la leche observadas en el campo pueden no siempre reflejar variaciones en la absorción de zinc, sino más bien el comportamiento de este mineral en el entorno ruminal.
Si una fuente de zinc se disuelve demasiado rápido en el rumen, los iones de zinc liberados pueden volverse tóxicos para los microbios ruminales, alterando la fermentación y la degradación de la fibra. Por el contrario, un compuesto mineral estable que resiste la disolución a un pH casi neutro en el rumen puede pasar intacto, preservando la actividad microbiana hasta que alcanza las condiciones ácidas del abomaso, donde se solubiliza antes de la absorción intestinal.
Los sulfatos son bien conocidos por su alta solubilidad en condiciones neutras, lo que explica su potencial para interferir con la fermentación ruminal. Los compuestos quelados, aunque a menudo se promocionan por su mayor biodisponibilidad, se comportan de forma inconsistente según la fuerza de su enlace metal-ligando y la actividad microbiana circundante.
Estudios recientes han demostrado que los oligoelementos no solubles en el rumen pueden mejorar la digestibilidad de la fibra, mejorar el metabolismo energético y favorecer un rendimiento animal más constante en comparación con las fuentes solubles en el rumen. Esta creciente evidencia apunta a la estabilidad ruminal como un factor diferenciador clave en la nutrición con oligoelementos, un factor que explica mejor las diferencias en el rendimiento animal que las métricas clásicas de biodisponibilidad por sí solas.
La figura 3 ilustra la solubilidad comparativa de las fuentes de zinc, resaltando el perfil de estabilidad distintivo de una fuente de ZnO potenciada de liberación lenta ( HiZox ) en condiciones similares a las del rumen.
Conclusiones
Las diferencias en la biodisponibilidad del zinc entre las distintas fuentes suelen ser demasiado pequeñas como para explicar las variaciones observadas en el rendimiento animal. El rumen, donde los minerales interactúan primero con el alimento y los microorganismos, desempeña un papel mucho más importante en la determinación de la eficacia de la suplementación.
Para la nutrición lechera moderna, la evaluación de los compuestos de zinc debe implicar un enfoque holístico que integre la estabilidad del rumen, la interacción con antagonistas dietéticos y las respuestas funcionales del animal.
La próxima frontera en la investigación de minerales traza radica en comprender cómo los compuestos estables en el rumen mantienen el equilibrio microbiano y la utilización de nutrientes, garantizando una salud, productividad y sostenibilidad óptimas en los sistemas lecheros.
ARTÍCULO COMPLETO… https://www.dairyglobal.net/health-and-nutrition/nutrition/zinc-supplementation-what-to-look-at/
